El aumento del consumo en el mundo, responsable de una de cada 25
muertes al año, sólo puede frenarse a través de la creación de un
convenio marco internacional al auspicio de la Organización Mundial de
la Salud (OMS), similar al existente con el tabaco
Esta
es la principal conclusión a la que han llegado un grupo de expertos
que exponen en la revista británica The Lancet sus preocupaciones ante
el cada vez mayor consumo de bebidas alcohólicas observado en el
planeta.Alerta por el alcoholSegún Sally Casswell,
profesora de la Massey University de Auckland (Nueva Zelanda) y el
doctor Thaksaphon Thamarangsi, del Ministerio de Salud Pública de
Tailandia, el consumo excesivo de alcohol no está actualmente entre las
prioridades de la mayoría de los Gobiernos, un "error" que "subestima
el daño que causa esta práctica tanto a nivel social como económico".A
su juicio, hay dos claros culpables: la falta de voluntad política y
los intereses creados desde la propia industria de bebidas
espirituosas, que torpedea cualquier iniciativa destinada a reducir el
consumo de alcohol.Para sortear estos dos escollos, los expertos
reclaman a la OMS que entre en acción y siente las bases de un convenio
marco similar al suscrito en 2005 para el control del tabaquismo, que
cuenta en la actualidad con 164 Estados firmantes.Algunas de las
medidas que proponen son el incremento del precio de los licores, la
prohibición de anunciarlos o la reducción del tiempo y los espacios en
que pueden ser distribuidos. En lo que respecta a la subida de
precios, señalan que los impuestos que se aplican a este tipo de
bebidas deberían ser proporcionales a la graduación alcohólica de las
mismas, para así disuadir a los más jóvenes de iniciarse en los licores
más agresivos."Se trata de acciones eficientes, que no suponen
un coste adicional y que, además, permitirían a los Estados ingresar un
dinero extra", sostiene el doctor Peter Anderson, de la Universidad de
Maastricht (Países Bajos). La pandemia del alcoholismoY
es que todos ellos coinciden en la necesidad de actuar de forma
enérgica e inminente ante la "pandemia del siglo XXI", el alcoholismo,
cuya sombra aparece cada año en 1 de cada 25 muertes y cuya incidencia
alcanza tintes dramáticos en Europa y Rusia.Según un estudio
elaborado por el Centro de Adicciones y Salud Mental de Toronto
(Canadá), el consumo medio de alcohol puro por persona en el continente
europeo asciende a 11.9 litros al año, muy por encima de la media
americana, de 8.7 litros.Especialmente preocupante es la
situación en Rusia, donde el exceso en el consumo de alcohol está
detrás de la mitad del total de las muertes en edades comprendidas
entre 15 y 54 años, sobre todo en varones.A nivel global, los
expertos explican el aumento de la mortalidad por la incorporación de
cada vez más mujeres al consumo de bebidas alcohólicas, sobre todo en
los países más desarrollados.Asimismo, también influye el hecho de que los adolescentes se inicien cada vez más temprano en esta práctica.Enfermedades por beber alcoholEntre
las enfermedades relacionadas directamente con el consumo excesivo de
alcohol destacan la cirrosis hepática y diversos tipos de cáncer, tales
como el de boca, el de garganta o el de colon.Además, también
provoca estados de ansiedad y es responsable de una buena parte de los
accidentes de tráfico y de comportamientos violentos.Para tratar
todos estos efectos, los Estados destinan anualmente más del 1% de su
PIB (medido en base a la paridad de poder de compra), un gasto que, si
no se toman las medidas oportunas, seguirá aumentando en los próximos
años.Desde la comunidad científica, aseguran que los programas
educativos "no son suficientes" para concienciar sobre los riesgos del
alcohol, sino que deben ir acompañados de paquetes de medidas con un
mayor calado social, entre las que también citan el establecimiento de
límites más severos en la cantidad de alcohol en sangre permitida al
volante.